Esta bien podría ser una petición de cualquier padre con hijos que juegan a cualquier deporte en un campo medio escondido y dejado del cuidado de nadie. Pero nada más lejos de la realidad. Estoy hablando de la necesidad que creo que existe de agrandar un poco la cancha de baloncesto. En los último años este juego a cambiado, ha cambiado mucho; casi tanto como los jugadores.
Como decía existe un cambio en las aptitudes físicas de los jugadores. Cada vez son más altos, más rápidos y físicamente mucho más potentes. Esto impacta directamente en el juego ya que el abanico de posibilidades aumenta mucho. El principal ejemplo de este cambio en los jugadores es Giannis Antetokoumpo. Ya le hemos visto recorrerse la cancha de extremo a extremo en 6 zancadas, o saltar a un contrincante para hacer un mate (no, no fue en el concurso de mates del all-star). Si no lo habéis visto podéis buscarlo en YouTube.
Por otro lado, esta el cambio en la forma de juego. Un cambio que evidentemente es provocado por los jugadores y entrenadores, pero que de igual manera tiene su impacto en ellos mismos. A este cambio en el juego se le han dado varias denominaciones, donde predomina el small ball o el baloncesto de menos de 8 segundos (aunque esto ya tiene más tiempo). Sin embargo yo le llamo el baloncesto donde los triples se han convertido en highlights. Estos dos últimos años nos hemos cansado de ver a jugadores tirar de 8 y 9 metros, ¡y enchufarlas! Es entonces cuando te preguntas, ¿se nos ha quedado corta la linea de 7,25? Aquí dejo la pregunta.

Estos dos factores crean la necesidad de ampliar el campo en las dos direcciones. A lo largo, para que chavales como Antetokoumpo no sean tan “abusones”. Y a lo ancho, porque ya no les caben los pies en la cancha cuando van a tirar un triple desde la esquina.
¿Cuantas veces se ha visto al arbitro pitar fuera a un tirador en la esquina? Creo que perdí la cuenta la tercera semana de competición.